¿Por qué visitar las Catacumbas de París?

¿Por qué visitar las Catacumbas de París?

Las Catacumbas de París, un verdadero laberinto subterráneo en el corazón de la Ciudad de la Luz, son uno de los sitios más misteriosos y fascinantes de la capital francesa. Atractivas para visitantes de todo el mundo, estas antiguas galerías, que alguna vez fueron canteras de caliza, ahora albergan los restos de millones de parisinos. Anidadas en lo profundo de la ciudad, representan un aspecto único de la historia y el patrimonio parisino, mezclando narrativas históricas, leyendas urbanas y un legado arquitectónico distintivo.

Catacumbas de París

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En este artículo, nos embarcaremos en un viaje a través de este mundo subterráneo, donde cada pasillo y cada hueso cuenta una historia. Exploraremos los giros y vueltas de su inusual arquitectura, sus esculturas e inscripciones centenarias y revelaremos los secretos de su creación. Finalmente, compartiremos consejos y trucos prácticos para los exploradores modernos ansiosos por descubrir este monumento extraordinario, para asegurar una experiencia tan enriquecedora como inolvidable.

Historia de las Catacumbas de París

Sumergámonos en la rica y compleja historia de las Catacumbas de París, un viaje a través del tiempo que revela cómo esta red subterránea se convirtió en uno de los sitios más fascinantes de la capital. Esta sección detalla los orígenes y transformaciones de las Catacumbas, resaltando los eventos y decisiones que dieron forma a este extraordinario lugar, ahora un emblema de la historia parisina.

Nacimiento de un osario único

Los orígenes de las Catacumbas de París se remontan al siglo XVIII, una época crucial para la Ciudad de la Luz, enfrentada a importantes desafíos de salud pública. Debido a la sobrepoblación de cementerios, particularmente el cementerio de Santos Inocentes, notorio por sus condiciones insalubres y superpoblación, las autoridades parisinas emprendieron un proyecto audaz. Decidieron transferir los restos mortales a las vastas y abandonadas canteras de Tombe-Issoire, situadas bajo la llanura de Montrouge.

Esta operación, que comenzó en 1785, llevó a la creación del osario más grande del mundo (11,000 m2), y uno de los únicos subterráneos, albergando los restos de varios millones de parisinos.

De osario municipal a atracción pública

Designado "Osario Municipal de París" el 7 de abril de 1786, el sitio fue inspirado por las Catacumbas de Roma, dando origen a su mítico nombre. No fue sino hasta 1809, bajo la dirección del inspector Héricart de Thury, quien transformó el espacio según una visión museográfica y monumental, que las Catacumbas se abrieron al público, inicialmente reservadas para una élite adinerada y curiosa, y luego gradualmente a un público más amplio, cautivado por este rincón único y oscuro de la historia parisina.

Esta transformación incluyó la meticulosa organización de los huesos, previamente dejados en montones, en paredes siguiendo el modelo de "hagues" de los canteros. Las fachadas están compuestas de filas alternas de tibias y cráneos, detrás de las cuales se acumulan los huesos más fragmentados. De Thury también creó monumentos de mampostería al estilo de la arquitectura antigua y egipcia, como columnas dóricas, altares, cipos y tumbas, así como gabinetes al estilo de los gabinetes de curiosidades, uno dedicado a la mineralogía, el otro a la patología. Esta última sala muestra especímenes que reflejan las enfermedades y deformaciones de los huesos según la investigación del Dr. Michel-Augustin Thouret en 1789.

Osario de las Catacumbas de París

Además de este arreglo artístico y educativo, el osario está adornado con citas y símbolos que invitan a la reflexión sobre la muerte. Entre estas inscripciones hay fragmentos de poesía centrados en la muerte de poetas como Alphonse de Lamartine y Antoine-Marin Lemierre. Estos textos, dispersos por las galerías, añaden una dimensión poética y filosófica a la experiencia, alentando a los visitantes a la introspección y meditación sobre la mortalidad. Por ejemplo, la inscripción "Detente, este es el imperio de la muerte" recibe a los visitantes en la entrada del osario, subrayando la atmósfera única y contemplativa del lugar.

Esta apertura marcó el comienzo de una fascinación que continúa hasta el día de hoy, transformando estas galerías subterráneas en un testimonio único de la historia y cultura de París.

Arquitectura y diseño

La arquitectura y distribución de las Catacumbas de París reflejan la complejidad y el ingenio de este sitio histórico. En esta sección, exploraremos la estructura única de las Catacumbas, desde las canteras transformadas en osario hasta las adaptaciones modernas para los visitantes. Las intervenciones arquitectónicas y los desarrollos a lo largo de los siglos revelan no solo una pericia técnica, sino también una faceta particular de la historia parisina.

Un laberinto subterráneo

Las Catacumbas de París se caracterizan por una arquitectura subterránea compleja y fascinante. Este laberinto de túneles, que se extiende bajo gran parte de la ciudad, estaba originalmente compuesto por canteras de caliza, utilizadas para construir muchos edificios parisinos. Transformadas en osario en el siglo XVIII, estas canteras se han convertido en una red de galerías que albergan los restos de millones de parisinos.

Ingenio y estabilidad

La obra de Charles-Axel Guillaumot (1730-1807), arquitecto y Primer Controlador General de los Edificios del Rey, jugó un papel crucial en la estabilización de estos espacios subterráneos. Se convirtió en el primer inspector de las canteras de París y trabajó incansablemente, a pesar de un período histórico tumultuoso, para soportar la ciudad bajo la superficie, creando una especie de "doble" subterráneo del París de la Era de la Ilustración.

Su experiencia aseguró la seguridad y longevidad de las Catacumbas, notablemente a través de la instalación de pilares y muros de soporte. Su trabajo fue esencial para prevenir un colapso general de la capital, el cual comenzó a manifestarse dramáticamente a finales del siglo XVIII.

Esta ingeniería subterránea, aún visible hoy, da testimonio de su ingenio arquitectónico y técnico.

Adaptaciones modernas

Con el tiempo, las Catacumbas han sufrido modificaciones para adaptarse a las necesidades de los visitantes modernos. La instalación de electricidad en 1987 fue un punto de inflexión importante, permitiendo visitas más cómodas y seguras. Anteriormente, las visitas se realizaban a la luz de las velas, creando una atmósfera misteriosa y algo solemne, pero menos práctica. Estas mejoras han hecho que las Catacumbas sean accesibles a un público más amplio, preservando su carácter histórico y ambiente único.

Atracciones notables

Más allá de su fascinante historia, las Catacumbas de París están llenas de áreas y características particularmente notables. Esta sección destaca las atracciones más sobresalientes del sitio, cada una con su propia historia única y contribuyendo al misterioso aura de las Catacumbas. Desde el arte escultórico hasta marcas históricas, estos puntos de interés enriquecen enormemente la visita.

Catacumbas de París

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El negativo de París

La sección conocida como "El negativo de París" en las Catacumbas es verdaderamente una de sus características más fascinantes. A medida que los visitantes caminan por estos pasajes subterráneos, se maravillan con los nombres de las calles parisinas cuidadosamente grabados en las bóvedas sobre sus cabezas. Estas inscripciones ofrecen una perspectiva única, como si las calles de la ciudad se reflejaran en un mundo subterráneo. Esta curiosidad arquitectónica crea un vínculo visual y conceptual impactante entre la bulliciosa ciudad de arriba y su tranquilo contraparte subterráneo.

Esta sección, a menudo descrita como el reflejo oscuro de la Ciudad de la Luz, es un recordatorio conmovedor de la tumultuosa historia de París. Simboliza la interconexión íntima entre la ciudad y sus catacumbas, una metáfora viva de la relación entre la vida y la muerte, la luz y la oscuridad. Los nombres grabados actúan como un puente entre los dos mundos, invitando a los visitantes a una profunda reflexión sobre la historia y el alma de París. Al caminar por esta parte de las Catacumbas, uno no puede evitar sentir una conexión con el pasado, una experiencia que es tanto educativa como emocionalmente cargada, destacando las dimensiones ocultas de la capital francesa.

El pabellón de Ledoux

El Pabellón de Ledoux es un importante testigo histórico de la arquitectura del Ancien Régime. Diseñado por Claude-Nicolas Ledoux, este pabellón formaba parte de la barrera llamada "Enfer", un punto de control fiscal en la entrada a París. Su diseño, que data de 1785, incluía dos pabellones simétricos, inspirados en los propileos griegos, y servía como símbolo del poder estatal. Los pabellones cuentan con cuatro niveles, cada uno con detalles arquitectónicos distintos, como columnas toscanas y una serliana.

Símbolos del poder real y las desigualdades fiscales, las barreras estuvieron entre los primeros objetivos durante los levantamientos revolucionarios de 1789. Después de ser saqueadas e incendiadas, la barrera de "Enfer" fue restaurada y renombrada "barrière Égalité". Más tarde, en 1867, el pabellón oeste fue utilizado por el Servicio de Vías Públicas de la Ciudad de París y la Inspección General de Canteras, mientras que el pabellón este sirvió como cuartel.

En 1907, tras los esfuerzos de preservación de la Comisión de Viejo París, la antigua barrera de Enfer, junto con otras barreras históricas, fueron clasificadas como monumentos históricos.

El taller medieval

El taller de las Catacumbas de París, un testimonio vivo de la época medieval, es una verdadera lección de historia sobre la antigua técnica de construcción de canteras. Este método, llamado "hagues et bourrages", fue crucial para la construcción de túneles subterráneos.

En esta sección, los visitantes pueden observar dos tipos de pilares que dan testimonio de la evolución de las técnicas de construcción a lo largo de los siglos. El primer tipo, el pilar girado, típico de la Edad Media, implicaba dejar una parte de la roca caliza en su lugar para sostener el techo. Aunque funcional, este proceso resultó en una pérdida significativa de materiales de construcción. Como respuesta, a finales del siglo XV, se introdujo el pilar con brazos. Este método innovador utilizaba bloques de roca tallados a mano y apilados de manera tosca, ofreciendo un uso más eficiente de la materia prima. Completados por hagues, muros de piedras que retenían el relleno de la cantera y los escombros, estos robustos pilares y la arquitectura rústica ofrecen a los visitantes una fascinante visión de los métodos de construcción medievales, resaltando la antigüedad y complejidad de las Catacumbas de París.

Las esculturas de Dé cure

Las esculturas de Dé cure en las Catacumbas de París representan una fascinante convergencia de historia, arte y memoria personal. François Dé cure, un ex soldado del ejército de Luis XVI, se convirtió en cantero en las Catacumbas en 1777 para ayudar a consolidar las canteras.

Entre 1777 y 1782, Dé cure, apodado Beausé jour, talló las paredes calizas de la galería Port-Mahon, nombrada en honor a su obra principal, durante sus descansos para el almuerzo. Su obra más notable es una representación de la fortaleza de Port-Mahon en Menorca, donde había sido prisionero de los ingleses. Increíblemente, creó estas esculturas de memoria, utilizando herramientas primitivas de la época. Dé cure llamó a este lugar su "salón", donde también talló en la piedra una mesa y bancos. Esta área personal y artística incluso atrajo la atención de personalidades como el Conde de Artois, cuñado de María Antonieta y futuro Rey Carlos X de Francia, quien visitó el salón en 1787.

Trágicamente, la pasión de Dé cure por su arte le llevó a una muerte prematura. Mientras intentaba construir una escalera para facilitar el acceso a sus esculturas, fue víctima de un deslizamiento de tierra y murió poco después.

Estas esculturas, más allá de su valor artístico, son testigos de la resiliencia y creatividad humanas frente a la adversidad. Ofrecen a los visitantes una vista íntima y conmovedora de la vida de un hombre que transformó su entorno de trabajo subterráneo en un espacio para la expresión personal y artística.

El osario: el corazón de las Catacumbas

Finalmente, el osario, la pieza central de las Catacumbas, ofrece un espectáculo que es a la vez macabro y fascinante. Las paredes forradas de huesos, acompañadas de citas grabadas y símbolos, reflejan una época en la que la muerte era una presencia diaria en la vida de los parisinos.

Más allá de su aspecto macabro, el osario de las Catacumbas de París, que evoca la fragilidad humana y el paso del tiempo, es un lugar de profunda reflexión sobre la vida, la muerte y la transitoriedad humana, enriquecido por una notable disposición artística y educativa.

Celebridades y leyendas

Las Catacumbas de París no solo son un lugar de sepultura para los anónimos, sino también un lugar de descanso para figuras históricas célebres y la cuna de numerosas leyendas. Esta sección profundiza en las historias de las personalidades ilustres que descansan aquí y los mitos que rodean a este sitio místico, agregando una capa de profundidad y misterio a la experiencia de las Catacumbas.

Lugar de descanso de figuras históricas

Las Catacumbas de París sirven como el último reposo no solo para millones de parisinos anónimos sino también para personalidades históricas significativas. Figuras como Maximilien de Robespierre, Jean-Paul Marat, Charles Perrault, Jean de La Fontaine y Nicolas Fouquet yacen en este santuario subterráneo. Su presencia otorga a las Catacumbas un estatus especial, mezclando la grandeza histórica con la memoria colectiva.

Víctimas del Terror

De manera conmovedora, las Catacumbas también albergan los restos de numerosas víctimas de la guillotina durante el Reinado del Terror, incluyendo aquellos del Rey Luis XVI y María Antonieta. Esta sección de las Catacumbas sirve como un recordatorio silencioso de la turbulencia y los cambios drásticos en la historia de Francia.

Leyendas y misterios

Finalmente, las Catacumbas están impregnadas de leyendas y misterios. Entre los más famosos está el cuento del fantasma de María Antonieta acechando por los oscuros corredores, agregando una capa de misticismo e intriga a la visita de estos lugares históricamente cargados.

Corredor de las Catacumbas de París

Información práctica para visitantes

Para una visita pacífica y organizada a las Catacumbas de París, es esencial conocer cierta información práctica. Desde reservar entradas hasta planificar tu ruta, estos detalles son cruciales para asegurar una experiencia agradable y sin complicaciones. Esta sección te proporcionará todo lo que necesitas saber antes de sumergirte en las profundidades de este monumento histórico.

Planificación y restricciones

Una visita a las Catacumbas de París requiere una planificación cuidadosa, especialmente debido a las restricciones de capacidad. Con un límite de 200 visitantes en el interior a la vez, es aconsejable reservar con anticipación, particularmente durante la temporada alta turística. Esta medida no solo asegura la seguridad de los visitantes sino también una mejor experiencia durante la visita.

Horarios de apertura

Las Catacumbas de París están abiertas todo el año, de martes a domingo, de 9:45 am a 8:30 pm (último acceso a las 7:30 pm).

Las Catacumbas están cerradas los lunes, el 1 de enero, el 1 de mayo y el 25 de diciembre.

Permanecen abiertas los jueves de Ascensión, así como el 14 de julio, el 15 de agosto, el 1 de noviembre y el 11 de noviembre, a menos que estos días caigan en lunes.

Precios y opciones

Catacumbas de París

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En 2024, los precios de las entradas son los siguientes:

  • Precio completo (audioguía incluida): 29 €
  • Precio reducido* (audioguía incluida): 23 €
  • Tarifa infantil (de 5 a 17 años): 10 € (sin audioguía)
  • Audioguía: un adicional de 5 €

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La audioguía, disponible en varios idiomas, ofrece un complemento informativo e inmersivo a la visita.

* Titulares de la tarjeta "Paris Pass Familles" o "Famille nombreuse", docentes en activo, jóvenes de 18 a 26 años, estudiantes, profesores técnicos de la protección judicial juvenil, titulares del "Pass Paris Seniors" o del "Pass Paris Access'" (anterior Navigo Emeraude Améthyste), miembros de la Sociedad Francesa de Historia del Arte, de la Sociedad Nacional de Anticuarios de Francia, de la Sociedad Francesa de Preservación del Arte y de la Sociedad Arqueológica Francesa.

Se ofrece una visita guiada en francés "Descubrimiento de las Catacumbas" todos los martes (a las 6 pm) y jueves (a la 1 pm).

La entrada es gratuita para niños menores de 5 años. Los niños menores de 14 años deben estar acompañados por un adulto.

Ruta de la visita

La ruta de la visita, que se extiende por 1,5 km y se encuentra a 20 metros bajo tierra, comienza con una escalera de caracol de 131 escalones. Este camino iniciático conduce a una serie de paneles informativos sobre la historia de las Catacumbas. La visita, que se realiza en un solo sentido, ofrece una experiencia inmersiva en la historia de París, y la salida se encuentra en un lugar diferente al de la entrada (112 escalones para subir), permitiendo así descubrir nuevas facetas del vecindario.

Dirección y acceso

Ubicadas en 1, avenida del Coronel Henri Rol-Tanguy (Place Denfert-Rochereau) en París, con una salida diferente en 21 bis, avenida René-Coty, las Catacumbas de París son fácilmente accesibles por transporte público, siendo la parada de Denfert-Rochereau la más cercana.

Para aquellos que viajan en coche, hay un aparcamiento de pago disponible en 83 bd Saint-Jacques.

Los aseos están disponibles para los visitantes en la entrada y salida de las Catacumbas.

Consejos y trucos para una visita agradable

Para asegurar una experiencia memorable y cómoda durante tu visita a las Catacumbas de París, es importante seguir algunos consejos prácticos. Ya sea en términos de reservas, código de vestimenta o consideraciones de salud y accesibilidad, estas recomendaciones te ayudarán a disfrutar plenamente de tu exploración de este sitio histórico único.

  • Preparándote para la visita: se recomienda encarecidamente reservar tus entradas con antelación, especialmente durante la temporada alta turística. Esta precaución te permitirá evitar largas colas y asegurar tu entrada.
  • Vestimenta adecuada: la temperatura en las Catacumbas es constante, alrededor de 14°C. Se recomienda llevar un suéter o una chamarra ligera, incluso en verano, para estar cómodo a lo largo de la visita.
  • Duración de la visita: la visita generalmente dura de 45 minutos a 1 hora. Esta duración puede variar dependiendo de tu ritmo de caminata y tu interés en los detalles históricos y arquitectónicos a lo largo del recorrido.
  • Fotografía: está permitido tomar fotos en las Catacumbas, pero sin utilizar flash. Esto ayuda a preservar la atmósfera única del lugar y respeta la tranquilidad de otros visitantes.

Está prohibido tocar las obras de arte, huesos y decorado.

Salud y accesibilidad

El sitio no es accesible para personas en silla de ruedas o aquellas que usen andaderas debido a las condiciones de acceso. Tampoco se recomienda para personas con movilidad reducida, aquellos que sufran de claustrofobia, insuficiencia cardíaca o respiratoria, o aquellos que puedan sentirse perturbados por el lugar.

Las personas con discapacidad visual y ciegas deben estar acompañadas en todo momento.

Se permite el acceso a perros guía para ciegos.

Los visitantes deben tener en cuenta los suelos irregulares y resbaladizos, los espacios estrechos y la baja iluminación.

 

Las Catacumbas de París ofrecen mucho más que una simple visita turística: te invitan a un viaje a través del tiempo, la cultura y los misterios de la capital francesa. Este sitio único en su especie, que combina historia, arte y arquitectura, sigue siendo un testimonio conmovedor de la compleja relación entre París y su pasado. Tanto para los amantes de la historia, entusiastas de la arquitectura o simplemente curiosos, una visita a las Catacumbas promete una experiencia inolvidable, dejando una impresión perdurable mucho después de regresar a la superficie de la Ciudad de la Luz.

Cerca de las Catacumbas de París

El descubrimiento de las Catacumbas de París es una experiencia fascinante y única, que sumerge a los visitantes en las profundidades históricas de la ciudad. Sin embargo, la aventura no se detiene en las puertas de este lugar mítico, los alrededores de las Catacumbas están llenos de otros tesoros culturales e históricos:

  • León de Belfort: este emblemático monumento en la Place Denfert-Rochereau cuenta con una escultura de león, que simboliza la resistencia de la ciudad de Belfort durante la Guerra Franco-Prusiana.
  • Musée de la Libération de Paris - Musée du Général Leclerc - Musée Jean Moulin: este museo dedicado a la historia de la Liberación de París durante la Segunda Guerra Mundial y a las figuras emblemáticas del General Leclerc y Jean Moulin es una visita obligada para los entusiastas de la historia.
  • Rue Daguerre: la Rue Daguerre es conocida por su ambiente de mercado tradicional parisino, ofreciendo una experiencia auténtica de la vida cotidiana en París.
  • Fromagerie Vacroux: esta tradicional quesería, también ubicada en la Rue Daguerre a solo 3 minutos de las Catacumbas, es perfecta para descubrir y degustar quesos franceses.
  • Église Saint-Dominique: esta iglesia es un hermoso ejemplo de la arquitectura religiosa parisina, ofreciendo un momento de tranquilidad y espiritualidad.
  • Observatoire de Paris: el Observatorio de París no solo es un importante centro científico, sino también un edificio histórico que ofrece impresionantes vistas de la ciudad.
  • Institut Giacometti: este instituto está dedicado a la obra de Alberto Giacometti, un famoso artista suizo conocido por sus esculturas únicas.
  • Fondation Cartier pour l'art contemporain: esta fundación es un espacio dedicado al arte contemporáneo, presentando exposiciones variadas e innovadoras.
  • Cimetière Montparnasse: puedes visitar este famoso cementerio donde descansan muchas personalidades, como Serge Gainsbourg y Simone de Beauvoir.

Estos sitios ofrecen una variedad de experiencias culturales e históricas, enriqueciendo la visita a las Catacumbas con diversas perspectivas sobre la historia, el arte y la vida cotidiana en París.