Estonia es una joya del Báltico, rica en historia y belleza natural. Desde su independencia en 1991, Estonia ha preservado y celebrado su patrimonio cultural mientras abraza la innovación tecnológica. Con sus vastos bosques, serenas playas a lo largo del Mar Báltico, y sus ciudades medievales, Estonia atrae tanto a amantes de la naturaleza como a aquellos en busca de exploraciones culturales.

La capital, Tallin, es una visita obligada, famosa por su casco antiguo medieval, un sitio del patrimonio mundial de la UNESCO, donde se puede pasear por calles bordeadas de edificios antiguos. Tartu, la ciudad universitaria, ofrece una vibrante escena cultural con sus museos y teatros. El balneario de Pärnu es perfecto para unas vacaciones relajantes, conocido por sus playas de arena y sus famosos spas.

Estonia guarda muchos más tesoros, desde explorar las islas de Saremaa y Hiiumaa, hasta descubrir los impresionantes parques nacionales como Lahemaa. Cada rincón del país ofrece una experiencia única, invitando a aventureros y curiosos a profundizar en esta fascinante nación.

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